Os dejo la letra y seguro que alguien la reconocerá y sabrá ponerle su música...
"Tenía una casita picolina en Canadá,
con un estanque y flores los más bellos que hay allá
y todas las muchachas que pasaban por allá,
decían que bonita la casita en Canadá.
Un día por despecho Pingo Pango la incendió
y el pobre para siempre sin casita se quedó.
¿Y saben que pasó?
Esa es una historia que yo les voy a contar....
Él hizo otra casita picolina en Canadá,
con un estanque y flores....."
(Y así se repite sucesivamente, cada vez cantándola más rápido)
Me gustó el nombre de Pingo Pango para este Blog porque no necesitamos que aparezca ningún Pingo Pango para tener la excusa de renovar nuestra casa de vez en cuando e ilusionarnos con hacer pequeñas cambios sin necesidad de invertir mucho dinero. Las casas están vivas como las familias que las habitan y son el lugar en donde más tiempo estamos, deben evolucionar con nosotros, resultar cálidas, acogedoras, llenarse de experiencias en cada uno de sus rincones y reflejar las ideas, la personalidad y las ilusiones de las personas que viven en ellas.